El avatar es una imagen que se usa para identificar a la empresa o persona a la cual pertenece un perfil en una red social. También se emplea para conocer al usuario dueño de una cuenta de correo electrónico.

La portada es lo primero que ven los usuarios cuando entran en la página de una marca en Facebook. Por lo general es la zona más caliente del perfil y vale la pena elegir o elaborar una imagen adecuada en función del objetivo que se tenga en ese momento.

Una portada bien elegida puede:

1- Acercarnos más a nuestros fans.

2- Establecer una diferenciación clara con respecto a la competencia.

3- Dar a nuestro público meta una  idea más acertada de quienes somos.

4- Ayudarnos a alcanzar determinados objetivos de comunicación que nos propongamos.

Más que utilizar una fotografía o fondo bonitos es prioridad enfocarnos en que dicha imagen, sea ilustrativa o no, transmita la idea de lo que somos y genere una emoción relacionada con nuestra marca.

No se trata de un elemento fijo que debe permanecer intacto. Además de darle personalidad a nuestra fan page, una portada puede variar según nuestros objetivos dando a conocer algún evento que planifiquemos, promocionando un sorteo o destacando algunas áreas de interés de nuestra labor que nos interese destacar. Inclusive puede ser de increíble ayuda para promocionar nuestro sitio web y generar tráfico al mismo.

Acá algunos consejos:

1. Utilizar una frase corta para reforzar la gráfica.

2. Al destacar un evento próximo, tener especial cuidado en utilizar el tamaño y proporción indicados por Facebook para evitar que el nombre e información del evento se visualicen de forma incompleta (que queden cortados).

3. Incorporar un botón de call to action para descargar algún recurso o participar en alguna promoción y generar tráfico hacia nuestro sitio web.

4. Mostrar a los miembros del equipo de trabajo le dará un caracter más humano a nuestra marca.

5. Cambiar de portada según las festividades y fechas destacadas.

6. Utilizar colores y fonts que sean acordes de nuestra marca y en caso de tener un manual de identidad visual utilizar los parámetros que se establecen en el mismo. Ser consistente nos permitirá construir una marca más fuerte.

Recordemos que “una imagen vale más que mil palabras”. A continuación algunos ejemplos de ello:

La imagen corporativa de una empresa es la forma en que sus clientes la perciben. Es la manera en que transmite la personalidad, valores y aspectos que le caracterizan y diferencian de su competencia. 

Estos elementos gráficos son fundamentales para articular una identidad visual acertada, que transmita lo que somos y hacemos. A continuación los explico brevemente:

1- Marca:

Comúnmente llamado “logo”, es el componente principal de toda imagen corporativa y tiene como base el nombre de la misma. Es la forma gráfica de decir quienes somos en un vistazo de 5 segundos. Este elemento no es algo estático y hay que saber detectar cuando requiere un cambio para ayudar a mantenernos en la cresta de la ola. A veces sólo es necesario un pequeño ajuste para actualizarlo o modernizarlo un poco. Otras, por el contrario, el cambio ha de ser más drástico siempre teniendo en cuenta de que el objetivo es captar la verdadera esencia de lo que somos y queremos transmitir.

2- Colores:

Es la paleta de tonalidades que nos representa. En nuestro caso, por ejemplo, el azul es el color principal para aludir directamente a nuestro nombre (GatoAzul Comunicación), sin embargo no se trata de cualquier azul. Entra en juego la asesoría de un profesional con conocimiento del tema pues un color azul muy oscuro puede transmitir melancolía y depresión, mientras que un azul “eléctrico” suele ser percibido como más vibrante y energético. Es válido tener varios colores como parte de nuestra paleta, aunque recomiendo siempre tener un color principal y otros que lo complementen, sin embargo cada caso puede tener necesidades diferentes.

3- Fonts:

Es el tipo de letra que decidamos utilizar en todos nuestros materiales gráficos, desde el rótulo de la fachada hasta una simple carta generada desde nuestra computadora. Existen infinidad de tipos de fonts y siempre habrá alguno que nos represente (formal, informal, jovial, adulto, niño, cálido, frío, amable, técnico, etcétera), la elección dependerá de la personalidad de nuestra empresa y del perfil de nuestros clientes.

4- Otros:

Existen otros elementos que forman parte de la identidad visual de una empresa, tales como etiquetas de sus productos, personajes, slogan, estilo arquitectónico de las edificaciones, decoración interna. Algunos de ellos, aunque no sean visuales, son igual de importantes: música, visión, misión y valores empresariales son una muestra de ello.

En una época globalizada, caracterizada por una fuerte competencia en el mercado, contar con una identidad visual articulada permite sobresalir a nuestra empresa, llegar más fácilmente a sus clientes y a mostrar sus factores de diferenciación con respecto a otras empresas similares. Una empresa con una imagen corporativa bien articulada suele ser percibida con mayor profesionalismo y seriedad. Pero recordemos que se requiere disciplina en la aplicación de los elementos y directrices que conforman nuestra identidad visual, la clave  del éxito está en la consistencia.

Ante la proliferación de noticias falsas en internet y especialmente en redes sociales recordemos que la única forma de escapar de este fenómeno es filtrar los contenidos.

Antes de compartir cualquier información conviene contestarse estas preguntas:

1- ¿Fue publicada por una fuente confiable?

Prefiera los sitios reconocidos a nivel internacional: medios de comunicación, organizaciones verificadas, institutos de investigación, son ejemplo de ello. En caso de persistir la duda revise el tipo de noticias que publica dicho medio así como la agencia informativa utilizada, debe ser reconocida: Associated Press, Reuters, AFP, EFE o Notimex.

Al igual que la empresa evoluciona, la imagen corporativa de la misma debe hacerlo también o de lo contrario se expone a lucir anticuada y dejaría de corresponderse con la realidad. 

Recordemos que la identidad gráfica de una empresa está formada básicamente por su marca (“logo”), sus colores y sus fonts. Adicionalmente puede incluir un slogan, un personaje, etiquetas de productos, entre otros.

Generalmente recomiendo hacer una revisión de estos elementos cada 5-8 años y hacer los ajustes necesarios para mantener la imagen fresca. En muchos casos la mayoría de componentes requieren de leves ajustes para mantenerse actualizados pero en otros casos es necesario realizar un replanteamiento para actualizar la imagen. Además no siempre será necesario hacer un refrescamiento en todos los elementos, puede tratarse de una renovación parcial, todo dependerá del diagnóstico realizado y las necesidades que surjan.  

¿Cuándo es necesario realizar una renovación de nuestra identidad visual?

1- Si nuestra imagen se hizo con prisa y sin invertir en la dedicación requerida es posible que luego de un corto tiempo nos encontremos con elementos que no nos gustan. Recordemos que la marca o “logo” de nuestra empresa es lo primero que va a recordar nuestro público y con lo que la va a identificar cada vez que lo vea. Por lo tanto un “logo” descuidado o muy genérico sin dará una imagen de una empresa poco profesional.

2- Si la empresa ha evolucionado, ha crecido, ha ampliado servicios y/o se ha expandido geográficamente puede requerir ajustes para estar acorde a su nuevo entorno o lucir atractiva para sus potenciales clientes. 

3- Otra razón válida es adaptarse a los nuevos tiempos. Ha cambiado la forma de comunicarnos, internet está siendo primordial para la publicidad y para exponer nuestra empresa públicamente. Las redes sociales han adquirido mucha fuerza y nuestra imagen debe adaptarse a esta nueva forma de negocios que existen. El público objetivo al que nos dirigíamos antes va envejeciendo y vienen nuevas generaciones con otras formas de ver la vida y con ella, sus productos y sus servicios. Surgen infinidad de nuevas empresas cada día, las personas tenemos curiosidad por lo nuevo e incluso nos parece más atractivo algo cuando es nuevo. Por ello hay que tener el cuidado de no parecer anticuados y transmitir actualidad, dinamismo y capacidad de innovar. Además los nuevos dispositivos de visualización (smartphones y tabletas) requieren que nuestras marcas sean respinsive, es decir, que estén preparados para lucri bien es espacios más redicidos y con ciertas características de luminosidad.